miércoles, 29 de octubre de 2008

ASEO PERSONAL EN LA ANTIGÜEDAD

Durante las excavaciones que se realizaron en las ruinas de la antigua Babilonia, encontraron unos cilindros en los que se hervían grasas con cenizas, un proceso que servía para la creación del jabón, lo cual lleva a entender que desde 2,800 años antes de Cristo, la gente ya acostumbraba el aseo personal. Poco tiempo después, según los investigadores, esas mismas pastas con las que elaboraban su primitivo jabón, fueron empleadas para embadurnarse el pelo y elaborar sofisticados peinados.
El papiro Ebers, un documento médico egipcio de aproximadamente 1500 años antes de Cristo, describe la combinación de aceites animales y vegetales con sales alcalinas, para formar un material jabonoso útil para el aseo y el tratamiento de enfermedades de la piel.
Los israelitas también eran gente que cuidaba mucho su higiene personal, desde tiempos de Moisés, hay leyes estrictas en este sentido. Incluso, al parecer, conocían una técnica para realizar una especie de gel capilar mezclando cenizas y aceite.
Para los judíos el baño era extremadamente importante, ya que la limpieza corporal equivalía a la pureza moral, siguiendo las normas dictadas por el rey David.
A los griegos también les agradaba el baño, aunque ellos, en lugar de jabón, utilizaban trozos de barro, arena, piedra pómez y cenizas. Después del baño se untaban la piel con aceite y se tallaban con un instrumento metálico para retirar el exceso de aceite y la suciedad que se les adhería.
Hacia el siglo II antes de Cristo, en la ciudad de Roma se construyeron enormes y lujosos balnearios. Estaban dotados de primorosos jardines, tiendas, bibliotecas, gimnasios y zonas de reposo para lecturas poéticas. Había salones especiales para masajes, baños calientes, tibios, fríos, peluquerías, con aplicaciones de champú y rizado; salas de manicure y expendios de cosméticos y perfumes. Hasta tenían salón de conferencias y debates.
Algunos contaban con galería de arte griego y romano, y por supuesto que en ninguno faltaba el salón comedor, donde los esclavos servían fuentes de comida y rebosantes vasos de buen vino.
Definitivamente estos baños eran muy superiores a todo lo que se conoce hoy en día. Llegaban a tener capacidad para atender hasta a 2500 personas a la vez. Curiosamente estos grandiosos y completisimos recintos eran solo para hombres, los de mujeres eran siempre más pequeños
En el principio hombres y mujeres se bañaban por separado, posteriormente se pusieron de moda los baños mixtos, hasta que con la llegada del Cristianismo a Roma, estos lugares para el aseo personal fueron vistos como algo pecaminoso siendo condenados a la extinción.
El Cristianismo promovía la penitencia y el desprecio de la carne. Por ello no era aconsejable andar con baños frecuentes, ni ponerle tanta atención al arreglo del cuerpo, porque eso era vanidad de vanidades. Incluso se llegó a establecer que cuando el cristiano tomase un baño, lo cual no era nada recomendable, procurase no desvestirse por completo, ya que esto fomentaba las tentaciones, y por tanto un baño al desnudo era algo totalmente pecaminoso. Así que los baños había que dárselos con camisón puesto.
Después los médicos de esos tiempos hicieron lo suyo, desaconsejando el baño, argumentando que el bañarse con frecuencia adelgazaba la piel, exponiéndose de esa forma a contraer enfermedades. Así que por motivos religiosos o de salud, la gente casi nunca se bañaba, a menos de que los agarrara un aguazero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Resulta totalmente aberrante utilizar el espacio de este blog serio para promocionar un blog totalmente insustancial como el "ya vienen" Ya estuve en él y les recomiendo que no pierdan su tiempo visitándolo. Sería recomendable que los señores del "ya vienen" buscaran otros medios para hacerse publicidad.